25/11/2022
Joan Fuster-Sobrepere: “Naciones Unidas fue una gran esperanza para su generación, porque la alternativa era la destrucción nuclear»
Yolanda Viñales Verdes
- Este 2022 ha nacido la Cátedra Pau Casals – Música y defensa de la paz y de los derechos humanos, una iniciativa de la Fundación Pau Casals y la UOC, adscrita a los Estudios de Artes y Humanidades de la misma universidad. Joan Fuster-Sobrepere, director de los estudios y codirector de la Cátedra, nos habla sobre el significado de esta cátedra y del legado del músico catalán.
¿Cómo surge la propuesta de constituir la Cátedra Pau Casals?
La Fundació Pau Casals cree en la UOC y en la creación de este espacio estable para llevar a cabo una tarea de investigación y difusión de la figura de Pablo Casals, tanto como músico como defensor de los derechos humanos y la democracia.
¿Tenéis previsto solicitar el reconocimiento de la cátedra por la UNESCO?
Pablo Casals estableció una fuerte unión con Naciones Unidas, hasta el punto de ser la primera persona que recibió la medalla de la Paz de esta institución el año 1971. Efectivamente, hay previsto en los próximos meses presentar la candidatura para que la Cátedra Pau Casals sea reconocida como Cátedra UNESCO. Un reconocimiento que permitiría un mayor impacto y difusión.
La figura de Pablo Casals tiene dos facetas, la musical y la de defensor de la paz. ¿Cómo se trabajarán desde la Cátedra Pau Casals estas dos líneas?
Se trata de dos facetas que no están desvinculadas. Como intérprete musical renovó la técnica del chelo, fue solista, director y compositor. Esta mirada a los estudios musicales es una oportunidad para la UOC de abrirse a nuevos campos de conocimiento. Y la segunda faceta de Casals es su defensa de la paz y de los derechos humanos donde ya tenemos una cierta experiencia como Universidad.
¿Qué papel jugó el músico en esta defensa de la paz?
Casals quedó muy impactado, tanto por la guerra de España como por la mundial, y fue muy activo en favor de la paz después de la Segunda Guerra Mundial y la aparición de la bomba atómica, dando apoyo a Naciones Unidas, un organismo al que veía como el principal instrumento para evitar una nueva guerra.
¿Cómo definirías los compromisos de Pablo Casals?
Pablo Casals fue una persona comprometida con los derechos humanos, la paz, los derechos culturales y su extensión social. La Associació Obrera de Concerts fue un claro ejemplo. Cuando volvió a Barcelona y se estableció después de vivir en los Estados Unidos creó este espacio con el objetivo de que todo el mundo pudiese escuchar música de calidad por 1 peseta. Un éxito hasta la guerra. Su compromiso social por la cultura pasaba por el compromiso al acceso a la cultura como elemento emancipador de la persona.
«Casals fue una persona comprometida con los derechos humanos, la paz, los derechos culturales y su extensión social. La Associació Obrera de Concerts fue un claro ejemplo.»
¿Cómo se concretará el trabajo interno entre el profesorado de los estudios?
En los Estudios de Artes y Humanidades tenemos profesorado e investigadores que pueden trabajar temas históricos, culturales y de derechos humanos. Se hará un llamamiento a la red de colaboradores, tanto internos como externos, con la intención de lograr los propósitos de la cátedra, que implican investigación y sensibilización. En estos momentos estamos en la fase de elaborar un programa de acción.
¿Qué destacarías de Pablo Casals en el contexto histórico que vivió?
Fue una persona que quedó profundamente impactada por las dos guerras que vivió y por su carácter destructivo, así como por los nacionalismos exacerbados y totalitarios del período de entreguerras. También tuvo una actitud beligerante contra el Franquismo, con su protesta silenciosa desde Prada de Conflent. Y depositó grandes esperanzas en Naciones Unidas, para quien compuso el himno.
¿Por qué?
En el año 1945 la creación de Naciones Unidas fue una gran esperanza para su generación, porque la alternativa era la destrucción. Se depositaron anhelos en esta institución porque podía evitar guerras futuras y la destrucción nuclear. El uso de la bomba atómica y la sensación que la Guerra Fría podía llevar al Holocausto nuclear era una experiencia viva, real y reciente en aquel momento, hay que recordar las grandes campañas antinucleares de los años cincuenta vinculadas al manifesto Einstein-Rusell.
«La sensación que la Guerra Fría podía llevar al Holocausto nuclear era una experiencia viva, real y reciente en aquel momento.»
¿Y qué pensaría del papel actual de Naciones Unidas?
Ahora la sensación es que el mundo se ha vuelto westfaliano, quiero decir que hay un restablecimiento de la lógica de los Estados por encima del multilateralismo. Siempre es mejor que exista una institución como Naciones Unidas, porque es un espacio en el que aún hay margen para la transacción y el multilateralismo. Actualmente, estamos en un momento de cambios de equilibrios, nuevas rivalidades y nuevas hegemonías. Emergen nuevas potencias y éstas quieren tener su peso. Hay que usar bien las instituciones que tenemos y mirar de fortalecerlas, justamente porque están amenazadas. Puede sonar poco épico, pero es necesario.
Pablo Casals tuvo un vínculo capital con América. ¿Puede ser una oportunidad de trabajo para la Cátedra?
Tanto su relación con Nueva York como su relación con Puerto Rico, su madre era puertorriqueña, hija de catalanes, y él los últimos años de su vida. Y este vínculo puede ser una oportunidad. Marta Casals, viuda del maestro, aún vive en Washington donde es una figura prominente de la cultura norteamericana.
Un estrecho vínculo con América y una clara defensa de Cataluña, ¿verdad?
Pablo Casals se sentía muy comprometido con el destino de su pueblo, nunca olvidaremos los términos emotivos, empapados de patriotismo, con los que se dirigió a la Asamblea de Naciones Unidas al recibir la medalla el año 1971, pero también era consciente que el destino de la humanidad es un solo destino, sobre todo después de la tragedia nuclear. Hoy este destino común, a raíz de la emergencia climática y de la pandemia del Covid-19, se ha puesto de nuevo de manifiesto.
De nuevo música contra destrucción…
La música es algo universal, no hay sociedad que no la practique, es emoción y puede ser universal e interpelar a todos los seres humanos. La Cátedra Pau Casals será la oportunidad de trabajar el vínculo entre música, paz y humanismo, promoviendo también desde la UOC los derechos culturales que tanto defendía Casals.